Hospital Real

El Hospital Rea de Granada fue utilizado como cárcel, manicomio y orfanato durante la Guerra Civil
Pocas referencias hay al papel desempeñado por este emblemático edificio granadino durante la Guerra Civil, aunque se tienen datos de las funciones que se desarrollaron en su interior durante la posguerra. Antes de la contienda había desempeñado funciones de hospicio infantil pero, tras el golpe de estado, comenzó a utilizarse como cárcel provisional. Así, las paredes de la hoy sede del Rectorado de la Universidad de Granada, dieron cobijo a algunos individuos que, considerados como “peligrosos” por las autoridades sublevadas, perdieron su vida en trágicas circunstancias. Fue el caso, entre otros, del Catedrático de Historia en la Facultad de Filosofía y Letras, José Palanco Romero. Antes de la guerra había desempeñado las funciones de hospicio infantil. Además, parece que durante la guerra el edificio cumplió la función de manicomio y orfanato, dando cobijo a hijos de presos republicanos o huérfanos de guerra, en unas condiciones higiénicas lamentables. 
Esas condiciones continuaron durante los primeros años de la posguerra, tanto es así que, el presidente de la Diputación y camisa vieja, el médico Antonio Robles, denunció la terrible situación allí existente:
 
"Monumento artístico, sabor de reconquista, recuerdo histórico, primer hospital de dementes creación de la Reina Católica. Toda una amalgama de timbres gloriosos y ecos de imperio; y en medio de esas grandezas históricas, antro inmundo, lobreguez de muerte, muros carcomidos, duplicidad de rejas como garantía contra la fiera humana, celdas gemelas a chiqueros que retienen a la fiera promoriente y donde el ser humano se revuelca sobre sus propias excretas, dormitorios de soberbios artesonados, elevados sobre su selo una decena de metros, con ventanas inaccesibles, intensa y perjudicialmente fríos, en los que por su enorme cubicación, distribución y demás condiciones no es posible evitarle, patios reducidísimos donde se hacinan estos desgraciados seres influenciándose unos a otros de sus alucinaciones y perturbaciones; aquí y allá recovecos con ruinas, pasadizos angostos, amenazantes de desplomarse, escaleras hundidas dejando ver la luz entre las grietas de sus desvencijados peldaños, pavimentos que trepitan bajo el paso del andar más pausado y precavido, paredes gibosas mostrándose la tumoración de su miseria ornamental, puertas y ventanas fuertes y patizambas, impresión de los viejo, carcomido y decrépito […] En este local, ampulosamente llamado Real Hospital de Dementes, se acogen 407 enfermos que por ser felices con sus alucinaciones, desconocen la infelicidad de su estado por demencia olvidadiza de los sanos"
 

Fuentes y bibliografía:

Archivo de la Diputación de Granada (Informe realizado por Antonio Robles)

GÓMEZ OLIVER, Miguel.  José Palanco Romero. La pasión por la res pública. Granada, UGR, 2007.

BRENES SÁNCHEZ, María Isabel. La represión franquista y la oposición antifranquista en la Andalucía Oriental de posguerra. Granada (1939-1950). Tesis doctoral inédita, Granada, Universidad de Granada, 2004.

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