Fuente de las Batallas

En la famosa Fuente de las Batallas la Iglesia granadina realizaba en la posguerra, todos los meses de mayo, una de sus campañas caritativas más conocidas. Unas campañas que escondían una estrategia de control social de las clases populares

La popular Fuente de las Batallas, situada en Puerta Real, se convertía cada mes de mayo, al menos desde 1948, en punto neurálgico de la Tómbola de Caridad organizada anualmente por la Asociación Benéfica Constructora de Nuestra Señora de las Angustias. El propósito de la tómbola era recaudar dinero para financiar proyectos de vivienda social que llevaba a cabo dicha asociación, presidida por el arzobispo de la capital. La Asociación Benéfica Constructora de Nuestra Señora de las Angustias, por ejemplo, fue la encargada de construir las “casas baratas” que se encuentran cerca de La Chana.

La estrategia de la Iglesia con este tipo de iniciativas no era inocente. Contraria a las viejas identidades colectivas de la izquierda que habían derrotado durante la guerra, cuyos valores se basaban en la solidaridad y la igualdad, trataban de realizar un acercamiento a las clases populares imponiendo su visión jerárquica de la sociedad y su modelo caritativo. La limosna que limpiaba la conciencia de los ricos y atenuaba la miseria de los pobres, pero salvaguardaba el statu quo.

A Antonio Aróstegui, periodista falangista, una crítica a la hipocresía de la Tómbola de Caridad en uno de sus artículos le valió en 1952 para perder su sección en el periódico. Estas fueron sus palabras:

"Jamás vimos un afán tan grande por ejemplarizarnos en la tómbola de la caridad. Fluían a raudales los donativos y las jóvenes encargadas de la venta apenas podían abastecer la colosal demanda, porque los compradores se amontonaban en apretado haz, enarbolando en sus manos los preciados donativos, impacientes ante el ansiado sobre que tanto tardaba en llegar.

Y a los pocos momentos de haberse puesto los sobres a la venta -¡qué casualidad!- los altavoces anunciaban al gentío el primer regalo: nada menos que un lote de cacerolas. Fue el empujón definitivo para los pocos escépticos que contemplaban el espectáculo, porque al conjunto de este primer premio todos se abalanzaron sobre la tómbola haciendo intransitable la céntrica plaza

Es hermoso y consolador ver como en estos tiempos, que dicen los agoreros ser tan materialistas y tan poco cristianos se agolpa la muchedumbre de un modo tan compacto para hacer obras de caridad.

Porque no se ocurrió pensar, por asomo, que aquella multitud apiñada solo buscase en la tómbola el premio. No, estamos seguros que lo más importante para ella no era la tómbola, sino la caridad. Socorrer a los menesterosos y lo demás… vendrá por añadidura. Habrá muchos modos de ejercer la caridad, pero este de la tómbola tiene doble premio."

Fuentes y bibliografía

Ideal, 18 de mayo de 1952.

Maria del Pilar PUERTAS CONTRERAS: “La vivienda social en la Granada de la posguerra”, Cuadernos Geográficos, 50 (2012)

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