Frente de Liberación Gay de Granada

Movimiento surgido de la alianza entre estudiantes y eclesiásticos obreros en la Parroquia de San Ildefonso. Este movimiento, formado por hombres homosexuales, relegaría a otras disidencias sexuales a distintos espacios políticos

A partir de tres miembros del Movimiento Comunista de Andalucía se fundaría el Frente de Liberación Gay de Granada en 1979. Tras pasar por el Servicio Militar Obligatorio, Miguel Benlloch y Joaquín Vázquez se unirían al padre José Antonio Moreno, conocido por su formación católica obrera de base y su homosexualidad, para poner en común sus experiencias y reivindicaciones sobre la cuestión sexual en España. A este se le sumaría Juan Planta que en los últimos meses de 1979 organizó las jornadas “La homosexualidad en el cine” dentro del cineclub de la Universidad de Granada. El acto de fundación se celebró en la Parroquia de San Ildefonso, en las inmediaciones de Puerta Elvira y el Triunfo. Este se había convertido en un lugar emblemático del asociacionismo granadino durante los años setenta y ochenta gracias al padre Moreno, que dio cobijo a las reuniones de grupos de todo tipo progresista en este templo. Allí acudieron más de veinte asistentes, entre los que se encontraban antiguos miembros de los extinguidos Frente de Liberación Homosexual y Movimiento de Liberación Homosexual.

De manera similar a las organizaciones pretéritas en favor de la disidencia y liberación sexual, el Frente estuvo conformado mayoritariamente por hombres gais, relegando a las mujeres lesbianas y otras disidencias sexuales a un lugar secundario o directamente a otras organizaciones como la Asamblea de Mujeres de Granada. Tampoco todos provenían del mismo contexto social o buscaban el mismo objetivo con su militancia. Mientras que para unos se trataba de una cuestión puramente político-reivindicativa, muchos encontraron un lugar de socialización donde empezar a vivir una mayor libertad sexual que no encontraban en sus círculos. En todo caso, esta vez sí hallaron un mayor apoyo por parte de los partidos políticos en los que compartían militancia como el MCA o las Juventudes Andaluzas Revolucionarias, que incorporaron sus reivindicaciones y cedieron sus espacios para la celebración de reuniones y actos. A esto hay que sumar su implicación con otros movimientos como el ecologista, el feminista, el insumiso o el pacifista.

A partir de 1980 aparecería el primer boletín de SOMOS, para compartir parte de la incipiente producción teórica de la organización. Esta publicación tenía la forma de una hoja parroquial de la época y alcanzaría un total de cuatro números hasta junio de 1981. El año anterior también se organizó uno de sus actos más importantes con la celebración de una mesa redonda con motivo del Orgullo que fue apoyada por un gran número de organizaciones de izquierdas Otras actividades usuales en el día a día del Frente eran las charlas, la venta de libros sobre la libertad y la disidencia sexual o el ocio ligado al transformismo, la expresión de sexualidades y géneros diversos o las artes.

El FLGG acabaría integrándose en el Frente de Liberación Homosexual de Andalucía. Este tipo de movimientos y frentes que movilizaron a un reducido grupo de personas nos muestra la importancia de las experiencias locales en los movimientos sociales. Como ha reflejado Diego Mendoza, sin contar con un gran número de militantes, su impacto social fue destacado: captando a parte de la sociedad en diferentes campañas, entablando vínculos entre organizaciones distintas y empujando a cambios por todo el estado español en favor de la libertad sexual.


 

Fuentes y bibliografía:

 

Diego MENDOZA ALBALAT: Mirando al sur. Una historia (incompleta) de los activismos de la disidencia sexual y de género en Andalucía, Tesis doctoral, Universidad de Granada, 2021, pp. 230-241.

Piro SUBRAT: Invertidos y rompepatrias. Marxismo, anarquismo y desobediencia sexual y de género en el Estado español (1868-1982), Editorial Imperdible, 2019, pp. 440-441.

comments powered by Disqus