Cine Club universitario

Contando con diversas sedes desde su aparición en los años sesenta, el Cine Club universitario constituyó sin lugar a dudas uno de los espacios de difusión y debate cultural más importantes de la época en la ciudad de Granada.

Durante los años sesenta, uno de los espacios culturales de los que disfrutaron los universitarios granadinos fue el Cine Club Universitario. Éste estuvo inicialmente vinculado al Sindicato de Estudiantes Universitarios para pasar posteriormente a depender de las Asociaciones Profesionales de Estudiantes y a las Asociaciones de Estudiantes. Se trataba de una actividad oficial, a la que la propia Universidad destinaba un presupuesto y donde sus directores eran nombrados por las autoridades académicas. El Cine Club de Granada formaba parte, como el resto de cine clubs universitarios, de la Federación Nacional de Cine Clubs, con sede en Madrid (encargada de distribuir las películas). El alumnado podía hacerse socio del mismo y así obtener ventajas económicas en forma de pequeños descuentos. Normalmente se proyectaba una película a la semana proveniente de la Federación Nacional, previa petición, y eran los mismos alumnos encargados del Cine Club quienes recogían el rollo en la RENFE y quienes hacían la respectiva programación y propaganda. Ésta, de curso legal, se hizo desde la imprenta del SEU y, posteriormente, con el presupuesto de las APE y las AE y se solía encargar en imprentas oficiales de la ciudad.

A lo largo de la década de los sesenta se proyectaba en diversas salas, como la antigua Aula Magna que estaba en la Facultad de Derecho y que contaba con su propio proyector de 16 mm., en una sala del Colegio Mayor Isabel la Católica o, incluso, previo acuerdo, en salas comerciales como la de la Gran vía o el Cine Granada.

En definitiva, se trata de un lugar de encuentro alternativo que facilitó el desarrollo de un pensamiento crítico. Crítica que se reflejaba en muchas de las películas que proyectaban y que aunque tardó en mostrar un contenido netamente combativo (su programación no estaba al servicio de la lucha antifranquista), sentará las bases para ello en los siguientes años. El cine club irá evolucionando a la par que los activistas de la Universidad fueron usando este espacio cultural para proyectar también, en la medida de sus posibilidades, elementos culturales diferenciadores de las salas comerciales. Igualmente, se convirtió en un lugar de debate cultural e ideológico que se irá politizando en los últimos años de los sesenta paralelamente a la evolución del movimiento estudiantil.

Por ello, durante los años setenta,  el cine club se especializó en proyectar películas no comerciales, de "arte y ensayo". En el curso 1974-1975 contaba con más de 300 socios permanentes.

 

Fuentes y bibliografía

Alfonso MARTÍNEZ FORONDA et al.: La cara al viento. Estudiantes por las libertades democráticas en la Universidad de Granada (1965-1981), Granada, Fundación de Estudios Sindicales-El Páramo, 2012.

 

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